Socialismo en movimiento. Empresas de Produccion Social

Empresas de Producción Social. Instrumento para el Socialismo del Siglo XXI. Reforma rumbo al Socialismo ---

Las formas de la emancipación siempre han sido distintas, las luchas contra la opresión eternas. Mientras el ser humano conserve su capacidad de pensar luchará contra hombres, naturaleza o dioses que pretendan frenar su libertad. El ser humano, como homo sapiens que perdió los colmillos porque aprendió a hablar, mira el mundo girar y siempre ha sabido que la vida es movimiento. Quienes impulsan las transformaciones son los que «quieren ser», los que elaboran su propio dolor y hacen de él una razón para buscar la justicia y la libertad. Por eso, la peor de las opresiones es la que encarcela el pensamiento. De allí que la mejor de las esperanzas es la que sabe que antes de nosotros fueron millones los que pusieron en la balanza su tiempo, su hacienda, su libertad y su vida para reclamar los rostros de la emancipación.

Decía el ensayista francés André Maurois que «En los inicios de un amor los amantes hablan del futuro, y en sus postrimerías, del pasado». Cuando empieza una nueva aventura, soñar es, a todas luces, un requisito. Pero para que el sueño habite el mundo real, para que no se pueble de fantasmas y fantasías, conviene concretar la ruta. Para ello es necesario, como primer paso, reconstruir el mapa que nos llevará a buen puerto. De ahí la obligación de reclamar al pasado toda la información sobre el camino por el que se ha viajado. Si no se sabe el rumbo, correr puede ser la peor de las estrategias. Paso a paso puede asaltarse el cielo y dicha cautela viene acompañada de una gran ventaja: se evita el riesgo de salir volando. Como supieron los griegos clásicos, el ser humano es «la especie de la hybris (la desmesura)». De la reflexión ecológica hemos aprendido la moderación y la austeridad. Recuperamos así las palabras escritas en el oráculo de Delfos, «De nada en demasía», como llave maestra para conducirnos hacia el futuro. Determinación y prudencia son, como paradógica compañía, los báculos con los que nos adentramos en el nuevo siglo.

Este texto que aquí presentamos al debate versa sobre el porvenir, un algo que está llegando de ese lugar incierto que es el futuro, y que se asoma desde una distancia tal que no permite ver bien los contornos. Aunque pensamos que al mundo le falta mucha magia, para el análisis social preferimos recurrir a recursos más materiales. Al igual que los faroles de los que se acompañaban los filósofos antiguos, recurrimos a los orígenes para alumbrar el camino y poder explicar por qué tenemos que reinventar tantas cosas. Del pasado nos interesan las preguntas. El nuevo siglo se encargará de otorgar las nuevas respuestas. Sometemos a su consideración, amable lector, un texto que señala al socialismo del siglo XXI desde una nueva forma de organización económica que apenas empieza a aparecer en el horizonte: las Empresas de Producción Social (EPS).

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    Estas empresas rumbo al socialismo son un germen de futuro que grita su necesidad por el agotamiento del modelo capitalista. Un modelo que, visto en perspectiva, no desmerece de la brutalidad que generó la Segunda Guerra Mundial, la barbarie nazi, el neocolonialismo o los campos de concentración. Es un sistema destructor que nunca ha recibido tanta atención en su lado oscuro; al que Hollywood no usa como actor malvado a derrotar en un final feliz; del que no se encuentran tesis, novelas y libros en tanta abundancia como las que van en dirección contraria. Mas no cabe engaño.
    Como escribió Eduardo Galeano, el hambre es un genocidio silencioso. Pero no por silencioso es menos genocida 1.

    A mediados de los años setenta, un mundo empezó a marcharse. La crisis del modelo de bienestar occidental, marcada por la crisis del petróleo de 1973, dejó clara una de las leyes incuestionables del capitalismo: los límites de su compromiso social son los límites que marque la reproducción de la ganancia. Cuando el beneficio de los grandes capitales se resiente, las prioridades cambian de signo y todos los esfuerzos se dedican a garantizar el beneficio insaciable que anida en la esencia del sistema capitalista.
    A grandes necesidades, grandes remedios. La urgencia del gran capital, su imperativo de reproducir sus beneficios, sólo podía ser cubierto por el sacrificio de grandes cantidades de población. La precarización de continentes enteros formaba parte del precio.2 De la reacción popular se encargaría un Estado que reforzaría sus elementos represivos, allí donde no fuera suficiente un discurso mil veces repetido que se justificaba como «la única política posible». Empezaba el neoliberalismo y su escudero: el pensamiento único.

    El sistema se quitó la careta afable de la llamada economía de mercado y puso ante los ojos del mundo esa mezcla de horror que se construye cuando se junta un capitalismo dejado a su libre albedrío, un aparato del Estado al servicio de intereses de las transnacionales y una manera de pensar, la Modernidad, productivista, machista, eurocéntrica, lineal, que condena a vivir en un presente eterno que niega el pasado y limita el futuro a una repetición falsa del modelo occidental.
    Durante casi tres décadas el pensamiento transformador ha estado a la defensiva. El keynesianismo, es decir, el principio económico que había servido para contrarrestar los ciclos de subida y bajada del capitalismo gracias a la intervención del Estado, quebró en los años setenta, cuando se acumularon subidas de precios (inflación) y altas tasas de desempleo. Las facultades de economía del mundo enterraron al Estado social y gritaron -como ya lo habían hecho antes de las grandes guerras- vivas a la supuesta capacidad del mercado para autorregularse.

    Los modelos alternativos al capitalismo, especialmente en el Este de Europa, mostraron en los años 80 señales claras de agotamiento. Por si no bastaran los errores propios, la dureza de la iniciativa neoliberal (que no ha dudado en ningún caso en recurrir a la fuerza), las dictaduras y la agresión frenaron las alternativas y descalificaron cualquier intento de superación del capitalismo. El hundimiento de la Unión Soviética terminó por desalentar las ideologías emancipadoras. América Latina sucumbía ante una forma de entender la economía que se presentaba como un «Consenso» (de Washington). Los socialismos europeos, que ya habían renunciado a superar el capitalismo, ahora lo ensalzaban. Las llamadas terceras vías fueron fórmulas para esconder el hecho de que la socialdemocracia abrazaba, junto al liberalismo político, el liberalismo económico. Pura confusión ideológica al servicio de claros intereses económicos.

    Cuando la reflexión dejó de brindar insumos para la acción, fue la práctica la que se puso en marcha. Los pueblos rara vez esperan a los teóricos para defender la satisfacción de sus necesidades. El Sur comenzó a andar.
    Venezuela tiene el orgullo y la tristeza de haber protagonizado la primera respuesta popular espontánea contra el neoliberalismo. La historia la recuerda como el Caracazo. El año 1989 -paradójicamente el mismo año del derribo del muro de Berlín- marcó una senda que después caminarían otros países del continente. Sólo ese largo camino, que mostraría su enseñanza definitiva al mundo en el rescate de la democracia y la Constitución el 14 de abril de 2002, es el que permite que hoy la República Bolivariana de Venezuela esté en disposición de enfrentar uno de los retos más relevantes del siglo que comienza: ¿Cómo construir la economía del socialismo del siglo XXI?

    Decía el sociólogo Jesús Ibáñez, muy lejos de la ortodoxia oficial, que «cuando algo es necesario e imposible, hay que buscar nuevas dimensiones»3.
    Proyección del «inventamos o erramos» robinsoniano tan luminoso todavía. En consecuencia, el desafío precisa mirar en sitios donde no se ha reparado. Tres décadas de oscurantismo ideológico se encargaron de ocultar los esfuerzos concretos por la emancipación escondiéndolos de la historia, de la misma manera que silenciaron las nuevas formas de quienes querían intentar modelos diferentes. Como plantea Boaventura de Sousa Santos, es imprescindible inventar, después de tanto ocultamiento y tantos velos, una sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias que ilumine el camino.4 Dentro de esos nuevos caminos aparece una economía basada en la producción y no en formas rentistas. Sólo una lectura simplista de la República Bolivariana de Venezuela la presenta como un país cuya economía depende exclusivamente de la renta petrolera. La rearticulación del socialismo no puede pensarse sin la referencia a los demás sectores productivos del país.

    La condición perezosa de la herencia petrolera sólo puede superarse desde otros espacios. El socialismo tiene que ser pensado inicialmente -aunque no solo- desde las relaciones de trabajo, pues son éstas las que crean valor, las que generan explotación, las que marcan principalmente la vida de las personas abocadas, necesariamente, a vender su mano de obra. El trabajo, cuando se libera de la explotación, es elemento esencial de la dignidad humana. Pero todavía vivimos en el capitalismo. Por ello, tenemos que entender que el trabajo asalariado, aúnque no agota todas las esferas de la vida humana (como bien sabe el feminismo, el ecologismo, el multiculturalismo), sigue siendo esencialmente la categoría política más relevante.

    No es en la existencia de riquezas, sino en su creación e intercambio donde tiene lugar realmente la relación entre capital y trabajo con la que se enfrenta el ideario socialista. No olvidemos que el sistema capitalista se basa en la existencia de seres humanos que trabajan para otros seres humanos y a los que se les sustrae, como beneficio, una parte relevante del fruto de su trabajo.
    Además de que el intercambio social dejaría de estar basado de simples productos para pasar a ser un compartir actividades. En otras palabras, la articulación social dejaría de estar mediada por la búsqueda de un salario para comprar mercancías, a estar articulada por las necesidades sociales e individuales definidas por la comunidad en un diálogo libre y abierto.5 Aún más, y en el convencimiento central de que el socialismo en un solo país es imposible, la idea de socialismo que puede extenderse por todo el continente tiene, necesariamente, que pensarse en aquellos sectores económicos donde el final de la explotación tenga sentido y pueda plantearse como una alternativa política. Para que ese mensaje sea continental, por tanto, es necesario dirigirlo a (1) el uso compartido de los recursos, yendo más allá de las limitaciones de los Estados nacionales; (2) la superación del modelo de sujeción del trabajo bajo la dominación de los dueños de medios de producción (3) a estructuras económicas que se comparten y complementen (por tanto, que no dependen de las riquezas naturales).

    Como quiera que el uso compartido de los recursos sea un proyecto a medio plazo6, el socialismo tiene una cita más urgente en los otros dos períodos, que concentran de manera más directa las preguntas y las respuestas en los ámbitos de la producción y el intercambio. En otros términos, al tiempo que los recursos energéticos e hidrológicos buscan la integración territorial, el socialismo debe interrogarse acerca del mundo del trabajo capitalista y su superación.

    Esto no nos lleva a pensar que para entender el socialismo basten las categorías de los siglos pasados, o que ignoremos que existe dominación en otros espacios más allá de los de la fábrica. Como bien explicó Marx, el capitalismo controla todos los aspectos vitales de la reproducción social, todos aquellos espacios en donde se recrea el sistema (o puede ponerse en peligro). Ahora bien, su dominación no se limita a la esfera de lo económico.

    En el feudalismo la dominación era principalmente política, es decir, la extracción de parte de la producción del trabajador se hacía por medio de un contrato de feudovasallaje donde, a cambio del producto, el señor otorgaba protección. Por su parte, en el capitalismo industrial la dominación se hizo económica, oculta tras el intercambio del trabajo por un salario. Tras la supuesta libertad del trabajador, se escondía una sujeción y una extracción económica oculta por el «libre acuerdo» entre quien buscaba trabajo y quien lo ofrecía. En el llamado capitalismo de consumo, matizado posteriormente como capitalismo de ficción (Verdú) o producción inmaterial (Negri y Hardt) ahora la dominación regresa biopolítica, es decir, se interioriza la explotación al hacerse parte de la vida cotidiana.7 Todo lo que acompaña a la mercantilización de la existencia forma parte del espejismo de la misma, construyendo nuevos valores que priman el individualismo y el egoísmo. Al comercializarse el mundo, todo se torna y es aceptado como mercancía, sea el ocio, el trabajo, la vivienda, la amistad, el sexo, la educación o la salud. Cuando un niño de la calle, cuya esperanza de vida no llega a la adolescencia, asalta a otro niño para quitarle unos zapatos deportivos «de marca», esa ficción toma cuerpo dramático8.

    Quizás el aspecto más terrible del capitalismo actual es que se ha metido en los tuétanos de la sociedad. El capitalismo transcurre con la vida, transforma a las víctimas en sus propios verdugos en nombre de un consumismo irrefrenable. La mejor tarjeta de presentación del capitalismo es esa que dice que los que viven bien seguirán haciéndolo y que los que viven mal podrán vivir como los que viven mejor que ellos. Todo ello sin coste social, medioambiental, internacional o intergeneracional. Esto es una gran ficción sobre una promesa que no se puede cumplir físicamente. Su discurso mediático e intelectual ha logrado hacer creer la gran mentira de que hay sitio para todos en el banquete que el capitalismo, en realidad, ha reservado a unos pocos privilegiados. De ahí la urgencia por levantar las faldas al santo que nos coarta para ver si hay debajo de su amenaza algo más que yeso, tablas, clavos y polvo. El socialismo tiene que ser, necesariamente, el aguafiestas de la orgía capitalista. Se trata de cambiar esa orgía con verdugos
    y víctimas por una fiesta donde quepan todos.

    Tras el llamamiento público que hiciera el presidente Hugo Chávez para promover la constitución de Empresas de Producción Social (EPS), se ha iniciado un intenso despliegue por constituir esta modalidad empresarial que concentra uno de los principales retos del nuevo modelo económico y social.
    Las EPS son empresas de nuevo tipo que sueñan teniendo los pies en la tierra. Nacen inspiradas en el fértil horizonte que se pone en perspectiva en la Venezuela revolucionaria (estar en revolución significa también poder experimentar en busca de nuevos lugares donde suceda la emancipación). Las EPS son empresas que nacen en los linderos del rumbo al socialismo del siglo XXI y tienen como objetivo correcto superar, paso a paso, el capitalismo.

    Los autores hemos acompañado y seguido de cerca experiencias que se han venido ensamblando al calor del trabajo iniciado por las primeras EPS del Ministerio de Industrias Básicas y Minería –MIBAM- (tanto las vinculadas a la naciente Compañía Nacional de Industrias Básicas –CONIBA, como las tuteladas por las empresas básicas adscritas a la Corporación Venezolana de Guayana –CVG-).9
    Otras experiencias de generación de EPS se exploraron bajo el cobijo de distintas Instituciones del Estado, como los Ministerios de Energía y Petróleo, de Economía Popular y de Industrias Ligeras y Comercio. En todas ellas se registraron rasgos y situaciones particulares que permiten a priori derivar un cuerpo inicial de conclusiones sobre los alcances, limitaciones e implicaciones de esta iniciativa:
    • No existe claridad meridiana en el concepto de EPS y todavía prevalece un importante estado de indefiniciones. Son diversas y variadas las interpretaciones dadas a su definición, tanto entre los promotores gubernamentales como en los propios integrantes de las primeras empresas.

    • El modelo EPS no es inflexible. Variará de acuerdo a las especificidades de cada caso, si bien siempre su condición esencial es la participación.

    • Al igual que lo acontecido con las misiones bolivarianas, la dinámica de las EPS necesariamente tendrá que ir acotando su campo de acción y sus ámbitos integrantes a medida que éstas vayan
    desplegando su faena productiva.

    • La iniciativa es recibida con gran entusiasmo entre quienes manifiestan disposición en conformar EPS. Sin embargo, la falta de una metodología clara que precise su proceso constitutivo y las formas de articulación con sus entes tutelares, son terreno prolífico para que aparezcan distorsiones. Una de ellas, repetida con frecuencia, consiste en emplear a las pequeñas EPS como instrumento para la flexibilización y precarización laboral a través de la externalización de la producción. Estas EPS -que no tienen posibilidades de encontrar otros proveedores o compradores-, deben someterse a las reglas del juego que le fija la empresa madre, repitiéndose errores que ya se cometieron en el capitalismo de Estado de corte soviético.

    • Como primera conclusión, puede afirmarse que si las EPS no se articulan como procesos deliberativos organizados por los trabajadores, en constante interacción con la comunidad organizada, nunca podrán generar los incentivos necesarios para poder ser una respuesta económica factible en la construcción del socialismo.

    A lo largo de este trabajo se revisarán los puntos de interés emanados del diagnóstico elaborado. Un claro enunciado orienta desde un principio estas reflexiones: es necesario afinar el concepto de EPS. Su definición debe tomar en cuenta todas sus implicaciones y derivaciones, al tiempo que se precisa producir una amplia difusión del modelo consensuado.
    Como hemos señalado, nuestro punto de partida fue la lectura de las diversas conceptualizaciones que se han ido produciendo sobre el tema. Ahora bien, a lo largo de estas notas veremos cómo el concepto EPS no puede ser visto como un artilugio acabado, sino como un sistema en movimiento. Como ocurre con la luz, no puede reducirse a una onda o a una partícula, pues es al mismo tiempo materia y movimiento, energía y masa. Es el ojo humano quien la detiene, a riesgo de, una vez definida, robarle complejidad y someterla a un modelo que sólo vale, como dijo Marx, para la roedora crítica de los ratones.

    El siglo XXI se ha iniciado con la complejidad. El «pienso luego existo» cartesiano (que reafirma la individualidad: yo pienso, yo existo) debe ponerse sobre los pies y trasformarse en «existo luego pienso» (que refuerza al animal social que somos: existo con los demás, pienso con los demás), de manera que sea el pensamiento el que esté al servicio de la vida.

    De acuerdo con la experiencia práctica desarrollada hasta ahora, es posible aproximar los rasgos distintivos que debe tener una EPS, su naturaleza social y económica, los tipos que pueden existir, las formas y modalidades que le dan origen, los tamaños que pueden poseer, su diferenciación con otras formas asociativas y productivas, el papel que juegan en la edificación
    del ALBA, su relación con el Estado y con las empresas capitalistas. Del mismo modo puede también determinarse los asuntos que quedan pendientes, entre otros temas de interés, de necesaria clarificación de cara a su comprensión y desarrollo integral.

    Este estudio pretende abrir el debate sobre cada uno de estos aspectos centrales de las EPS. Esperamos que despierte el interés deseado al tiempo que invocamos la vena crítica del lector en aras de contribuir a la superación de los esquemas capitalistas, las jerarquías autoritarias y toda forma de dominación que frene la autodeterminación popular y todas sus potencialidades. Los avestruces aprendieron de los humanos a esconder la cabeza debajo del ala, esperando, vanamente, que los problemas se solventes por sí mismos. Anticipar problemas y proponer soluciones es la manera revolucionaria de ser de quienes trabajan en los recintos de la reflexión por una sociedad emancipada. Pero primero hay que construir todo aquello que impide el pensamiento claro. No es tiempo sólo de «solucionar problemas» sino también de «problematizar soluciones». He aquí, pues, nuestra humilde propuesta.

    Haiman El Troudi
    Juan Carlos Monedero

    Centro Internacional Miranda
    Citas:
    1 Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, México, Siglo XXI, 1971.
    2 Joseph E. Stiglitz: El malestar en la globalización, Madrid, Taurus, 2002; Joseph E. Stiglitz, Los felices 90, Madrid, Taurus, 2003.
    3 Jesús Ibañez, «Introducción», en J. Ibañez (Coord.), Nuevos avances en la investigación social 1, Madrid, Proyecto A ediciones, 1988, p.12.
    4 Boaventura de Sousa Santos, «Hacia una sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias», en Boaventura de Sousa Santos, El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura política, Madrid, Trotta, 2005.
    5 Se recupera aquí el principio genuino del intercambio comunal que apuntó Marx en los Grundrisse de 1857 (Líneas fundamentales), donde se establece que, frente al intercambio de valores de cambio, es requisito articular el intercambio de actividades marcadas por las necesidades comunales.Véase Itsván Mészáros, Más allá del capital, Caracas, Vadell Hermanos Editores, 2001, p. 872 y ss.
    6 La propuesta del ALBA traza esta perspectiva estratégica para el caso latinoamericano.
    7 Valga como ejemplo dramático la obligación que tienen los trabajadores de cadenas de comida rápida (fast food), tales como McDonald, de sonreír a los clientes, tal y como consta en las reglas laborales que entregan a los empleados. Al final, hasta la propia alegría se convierte en un recurso del capital.
    8 Jesús Ibáñez, Por una sociología de la vida cotidiana, Madrid, Siglo XXI, 1993; Vicente Verdú, El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción, Barcelona, Anagrama, 2003. Sobre la base de un concepto de Foucault, Toni Negri y Michael Hardt han regresado a esta idea de biopolítica y biopoder en Multitud, Madrid, Debate, 2005
    9 Para la realización de este trabajo se revisó, inicialmente, la bibliografía disponible sobre EPS, al tiempo que se hacía un censo de las experiencias impulsadas desde diferentes ministerios. Posteriormente se realizó un seminario con los directivos de la Coordinadora Nacional de Industrias Básicas (CONIBA), que sirvió para contrastar puntos de vista y evaluar resultados. Igualmente se realizaron reuniones con voceros y trabajadores de EPS ya constituidas, donde se diseñó un cuestionario que sirvió para valorar su desempeño y el de la administración en relación con las mismas. Posteriormente, se realizó un seminario con otros actores donde se discutió este texto a lo largo de varias sesiones. Por último, se hizo el ejercicio intelectual de poner en relación las EPS con otras propuestas socialistas teóricas y prácticas, aplicando una evaluación muy sujeta al hecho concreto de que las EPS están siendo ya una realidad material en Venezuela.

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Chávez y el paso al socialismo económico y el modo de producción socialista

Referedum Venezuela 2007: El paso al socialismo económico y la introducción del modo de producción socialista en la economía mundial. La contabilidad socialista. 5 Puntos tratados:

1. La encomienda presidencial
Cuando el Presidente Hugo Chávez presentó sus “cinco motores constituyentes” para construir el socialismo en Venezuela advirtió que más “motores” serían desarrollados para lograr esta meta. A un pequeño think tank (grupo de tarea) encabezado por los ministros Hector Navarro y Jorge Giordani, el Presidente le encargó la difícil misión de diseñar el “modelo económico” del socialismo del siglo XXI. Este ensayo es un solidario aporte para el think tank y los amigos sindicalistas que tratan de mantener viva la visión obrera en este debate.

2. ¿Como diseñar el “sexto motor constituyente”?

Al revisar el caudal de experiencias sobre el “sexto motor constituyente”, se impone diferenciar entre las condiciones necesarias y las suficientes para resolver un problema. Siguiendo esta heurística (procedimiento metodológico) podemos identificar cuatro condiciones cuya presencia es necesaria o auxiliar para convertir la economía de mercado en una economía socialista del siglo XXI, y tres que son suficientes.
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    3. Los “motores” o condiciones necesarias
    3.1 El hombre nuevo – la educación


    La idea de llegar a una sociedad justa mediante la apelación a un comportamiento ético y solidario del ser humano ha fracasado sistemáticamente durante los últimos cinco mil años: desde las metafísicas y éticas del Extremo Oriente (budismo, confucianismo); hasta los monoteísmos de Medio Oriente, cristianismo, judaísmo e Islam, y la ilustración burguesa. Salvo en su interpretación greco-romana la noción del homo novo es una ficción idealista que desconoce la dialéctica entre el hardware y software cultural del mono sapiens. Ahí radica la razón de estos fracasos milenarios.

    3.2 La estatización de la propiedad productiva

    Todas las economías crematísticas de mercado son economías mixtas, donde coexisten la propiedad del Estado, la social (cooperativas) y la privada. Lo que varía en cada caso es el grado de participación del Estado y su intención económica. En Gran Bretaña en 1948, el Estado controlaba la industria del carbón, la electricidad, el gas, el acero, los ferrocarriles, las telecomunicaciones, incluido el servicio postal, y las líneas aéreas. Semejante era la situación en Alemania, Italia y Francia. Sin embargo, ni uno solo de estos gobiernos tenía una intención socialista. Nunca salieron de la crematística y pronto regresaron, por diferentes razones, a la desregulación o privatización.

    Desde el punto de vista de la ciencia económica, en una economía de mercado crematística (motivada por la ganancia) la estatización de otras formas de propiedad solo tiene sentido en cuatro casos:
    1. para fomentar la integración y el desarrollo de la nación;
    2. para permitir al gobierno ingresos que son necesarios para financiar el Estado de bienestar;
    3. por razones de seguridad nacional y,
    4. cuando una empresa viola repetidamente las leyes o es mal habida.

    Si la estatización se hace por razones ideológicas o dogmáticas, y viola masivamente la determinación de los precios por los costos marginales (marginal cost pricing policies) y la relación de oferta-demanda, genera mercados negros, corrupción y desequilibrios que a mediano plazo no pueden ser controlados por el Estado ni por la sociedad. La evidencia empírica revolucionaria al respecto es abrumadora, desde la URSS vía los Sandinistas hasta Cuba.

    El caso idóneo para entender la relación entre propiedad estatal y socialismo fue la URSS, porque contaba con tres factores favorables: a) era una economía de mercado no-crematística; b) el Estado controlaba la principal propiedad productiva y, c) la intención explícita del liderazgo político consistía en construir el socialismo. Pese a estos factores, la URSS nunca logró construir una economía socialista en el sentido de la economía política.
    Le faltaban la democracia participativa, las condiciones tecnológicas y las tres instituciones económicamente suficientes: a) el valor, b) la equivalencia y, c) el mecanismo cibernético para remplazar las funciones de valorización y retroalimentación que cumple el precio de mercado.

    3.3 La democracia obrera

    La democracia obrera en las empresas, ya sea en forma de cogestión o autogestión, no puede cambiar los parámetros del entorno económico nacional, regional y mundial, en que actúa como subsistema, tanto en cuanto a precios, calidad de servicio o normas internacionales de calidad (ISO, FDA). Por ejemplo: la estatal Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ha vendido tradicionalmente aluminio en México. Últimamente, China ofrece este producto considerablemente más barato. Si la CVG no quiere ser desplazada, tiene que ofrecer un precio competitivo. Este, a su vez, depende de los llamados costos marginales, sobre los cuales la forma democrática o no-democrática del sistema gerencial tiene escasa incidencia.

    3.4 La redistribución del ingreso

    La redistribución del ingreso vía el Estado de bienestar, que es la vía socialdemócrata o keynesiana hacia la justicia social, es otra política necesaria o auxiliar para la transición hacia el futuro, pero al igual que las tres anteriores no lleva, de por sí, al socialismo. La encomienda presidencial se resuelve, por lo tanto, con el diseño de los tres “motores suficientes” para despegar hacia el nuevo socialismo.

    4. Los tres “motores” suficientes para el arranque socialista

    4.1 El valor sustituye al precio


    El elemento operativo decisivo de la economía de mercado es el precio. Por eso no puede haber socialismo en una economía mercantil regida por precios. Para sustituirlo hay que entender las cuatro funciones vitales que cumple en el sistema burgués:
    a) realiza el plusvalor y con eso la acumulación ampliada del capital;
    b) facilita el control político del sistema;
    c) permite la valorización de bienes y servicios;
    d) integra a los tres grandes subsistemas económicos, la producción, el consumo y la distribución, y a todas las unidades y decisiones económicas particulares en un conjunto funcional, mediante la retroalimentación informática (cibernética).

    Cuando en la URSS se estatizó la propiedad privada se estatizó también su principio operativo, el precio. Mientras se logró neutralizar las funciones “a” y “b”, no sucedió lo mismo con la valorización y el papel cibernético del precio. La valorización de bienes y servicios en manos del Estado sustituyó el juego cibernético (incompleto) de la formación de precios mediante la oferta y la demanda, con una combinación de precios administrativos y precios del mercado mundial; una combinación incapaz de optimizar la alocacíon (distribución) macroeconómica de los recursos.

    En lugar de estatizar la valorización de los precios, la URSS tenía que haberla socializado mediante el valor del trabajo (insumos de tiempo), para llegar a la nueva economía socialista. Sin embargo, no disponía de las condiciones objetivas para hacerlo, porque las condiciones del desarrollo informático no lo permitieron. Era parte de la tragedia de un modo de producción que había nacido antes que su tiempo objetivo.

    4.2. La equivalencia como garante de la justicia

    El principio de la equivalencia significa que los intercambios de bienes, servicios y la fuerza de trabajo se realizan por valores iguales (tiempos de trabajo invertidos en su generación.) Sin embargo, debido a las estructuras heredadas del capitalismo, por ejemplo, el trabajo complejo y simple; la fuga de cerebros; la división nacional e internacional del trabajo; los privilegios del trabajo intelectual (cuello blanco) frente al trabajo manual y la desigualdad de los Términos de Intercambio internacionales (terms of trade), este principio tiene que ser manejado con realismo y flexibilidad al principio de la transición socialista, para no poner en peligro la estabilidad de la revolución.

    4.3 La cibernética -- el problema central del Socialismo del Siglo XXI


    La valorización y contabilidad mediante el valor, y la equivalencia en los intercambios generan una economía justa, sin explotación. No solucionan, sin embargo, el problema de la función informática o cibernética del precio. ¿Cómo se resuelve en la nueva economía socialista el papel del precio como facilitador y organizador de las decisiones económicas individuales que permiten la coordinación adecuada de la producción, distribución y del consumo? Contestamos esta pregunta en el contexto de una posible implementación de la economía socialista en Venezuela, en 2007.

    5. La implementación del socialismo económico venezolano, a partir del 2007

    5.1 La contabilidad socialista


    El primer paso suficiente hacia la economía socialista es el establecimiento de la contabilidad socialista del valor, paralelo a la contabilidad ya existente del precio. Esto significa, que se registran todas las transacciones internas y externas de la empresa en términos de insumos de tiempo (time inputs). Dado, que todo proceso productivo se basa en el factor (vector) tiempo, los valores que subyacen a los precios, pueden “extraerse” con suma rapidez y sin afectar las operaciones normales de la empresa. Se podría realizar esta operación también mediante el equivalente monetario del valor (MELT), método que proponen los amigos de la Escuela de Escocia, dado que varios estudios recientes indican una correlación estadística del 97 por ciento entre los precios de mercado (valor de cambio) y el valor.

    5.2 Cero costo político

    Para evitar un innecesario conflicto con la empresa privada se establece esta contabilidad primero en una empresa del Estado, de preferencia, una empresa altamente tecnificada, por ejemplo, Alcasa o Venalum. Una vez evaluados los parámetros respectivos en valores, se extiende la metodología a otras empresas estatales, por ejemplo, una generadora de electricidad. Cuando se conozca el valor unitario del aluminio (p.e. de una tonelada) y de la electricidad (p.e., de un megavatio), además de tener los precios unitarios respectivos, se puede sustituir gradualmente el intercambio tradicional por precios de mercado mediante el intercambio por valores, y una utilización flexible del principio de equivalencias. También se puede iniciar el intercambio entre la empresa del Estado (propiedad estatal) y las cooperativas (propiedad social) que hayan adaptado el doble sistema de valorización.

    5.3 Establecer la dualidad de la economía socialista y de la economía de mercado en Venezuela


    Para generar conciencia sobre las dos lógicas económicas diferentes, los envases de los productos llevarán el valor y el precio, es decir, la valorización objetiva y la subjetiva, la socialista y la burguesa. Esto transparenta los dos tipos de relaciones de producción que coexisten en la economía venezolana e incentiva a los ciudadanos a indagar y participar a nivel de mercado en la transición de la economía política.

    Se establece, de esta forma, una esfera de producción y una esfera de circulación socialista dentro del seno de la economía crematística de mercado en Venezuela. Estando la propiedad productiva más importante del país en manos del Estado (PdVSA, CVG, electricidad, telecomunicaciones, Mercal, Banco Central, el Estado mismo) y, en menor grado, en 127.000 cooperativas, la nueva economía postcapitalista puede crecer hasta volverse dominante dentro del país, sin necesidad de tocar la propiedad del capital privado, salvo en los casos mencionados de la estatización.

    5.4 Establecer la dualidad del modo de producción socialista y capitalista a nivel mundial

    Esta dualidad de modos de producción se puede extender hacia el comercio internacional. Dado que los mayores impactos niveladores de la valorización por insumos de tiempo y del principio de equivalencia se darán entre el trabajo intelectual y el manual, y entre el Tercer y Primer Mundo (vía los términos de intercambio), los gobiernos del Primer Mundo no aceptarán la nueva valorización. Sin embargo, como Cuba, Vietnam y China son países socialistas, y Bolivia, Nicaragua y Ecuador están entrando al circuito del ALBA, se puede extender el principio de la economía postcapitalista a la esfera de la reproducción internacional, estableciéndose la dualidad económica a escala mundial.

    6. La duda de Einstein y la solución cibernética socialista

    En la economía de mercado es el precio que integra los miles de millones de decisiones económicas nacionales y mundiales que se realizan en una economía como la de Japón o de Estados Unidos diariamente. Este efecto cibernético (retroalimentación) no se logra con el principio de la equivalencia ni con la orientación de la economía postcapitalista hacia los bienes de consumo necesarios, definidos por una autoridad de planeación estatal y voluntad de mayorías. Es necesario que los intereses económicos de los ciudadanos, dentro de la capacidad y los imperativos éticos de la macroeconomía, tengan interacción e incidencia sustancial sobre el poder de los planificadores.

    La pregunta de Albert Einstein, de cómo proteger en una economía planeada los derechos del individuo frente al “poder de la burocracia” planificadora ---que en el fondo, es la misma pregunta de la crematística, de como proteger en una economía de mercado los derechos del individuo frente al “poder de la oligarquía gran-capitalista”--- es legítima y las respuestas son varias. Pero dentro de la cibernética económica la respuesta ha sido dada por la misma evolución de la tecnología.

    En algunas empresas en Alemania, cuando un vendedor pasa un lector óptico sobre la etiqueta del producto que vende, esta información no solo va a la caja, sino vía internet directamente a la distribuidora y la fábrica. La distribuidora reemplaza el producto vendido al día siguiente, sin necesidad de pedido, y la fábrica lo reproduce. Existe, por lo tanto, una información e interacción completa en tiempo real entre la producción, la distribución y el consumo, entre la oferta y la demanda. Con este sistema se conoce con precisión los stocks (existencias) de las empresas y los cambios de la demanda y la oferta, segundo a segundo.

    Para que esta relación directa entre vendedor y productor se mantenga dentro de las tolerancias previstas en la programación macroeconómica, la información enviada va por Internet también a las autoridades de planeación municipales y estatales involucradas en el proceso. Estos ejercerían a su vez un control de retroalimentación negativo, si fuese necesario para mantener el sistema en equilibrio.

    Este mismo mecanismo puede ser utilizado para hacer la producción sensible al perfil de la demanda de los ciudadanos. Por ejemplo, si se ofrecen tres variantes A, B y C, de un pantalón, y dentro de un determinado periodo de tiempo (día, semana) se registra electrónicamente que A se vendió veinte veces, B solo tres veces y C, ni una sola vez, entonces el productor reasignaría los recursos de la variante C, y parte de B, a A. Como esa decisión se tomaría dentro de una fábrica, solo se informaría a la autoridad superior de planeación del cambio de reasignación interna de los recursos, pero no se le pediría permiso.

    Por medio de esta descentralización relativa y la nueva tecnología, se evitaría la burocratización del proceso. La tecnología que permite registrar la variación de oferta, demanda y existencias (stocks) prácticamente de segundo a segundo, combinada con la descentralización dentro del marco general de planeación, evitaría los desequilibrios observados en las economías del socialismo histórico. Entre otros mecanismos que se pueden emplear para lograr el mismo efecto, está la propuesta de los market clearing prices (precios para equilibrar el mercado) de los amigos de Escocia.

    7. Chávez, Einstein y Galileo

    Albert Einstein murió afligido por la incapacidad de saber si su “constante cosmológica” de la relatividad general existía o no. No hay incógnita epistemológica de esta dimensión en la nueva teoría del Socialismo del Siglo XXI. Ha llegado la hora de la verificación empírica de sus enunciados. A Hugo Chávez le toca el papel de Galileo ante los obispos. El desenlace es claro: una vez más, la hipótesis y el experimento derrotarán a los dogmáticos e ignorantes.


    Y todos podremos decir: "Eppur si muove": Y sin embargo, se mueve…
    Heinz Dieterich

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Educación para la resolución de problemas

Un modelo educativo alternativo como el que postula el Proyecto Educativo Nacional (PEN), considera a la estrategia dialógica como la herramienta metodológica por excelencia.

Pero ¿sobre que dialogar?. En el caso de la economía social, el centro de atención reside en la educación de adultos y por ello se considera necesario trabajar en un primer momento en los temas generadores.

Temas Generadores

A nuestro juicio estos constituyen algunos de los temas generadores para iniciar los procesos de socialización y educación en economía social:

Desarrollo.
Modelos de desarrollo.
Calidad de vida.
Calidad de vida como concepto autónomo o impuesto.
Productividad Rentabilidad económica y/o rentabilidad societaria.
Solidaridad.
Economía solidaria.
Autogestión.
Equidad Justicia Social

A partir de cualquiera de estos temas generadores, es posible iniciar un proceso de educación en economía social basado en el aprendizaje significativo para la resolución de problemas, adaptando sus enunciados a las categorías ya señaladas de la metodología INVEDECOR.

El escurridizo tema de la conciencia ciudadana

Finalmente, se considera necesario destacar el desarrollo desigual y combinado de las experiencias de comunidades autogestionarias en Venezuela. Dentro de las mismas es posible encontrar diversos niveles de comprensión, compromiso y capacidad de socialización. Es decir, se evidencian distintos niveles de conciencia ciudadana, aspecto que no debe ser descuidado por los facilitadores en el tema de la economía social.

Luis Bonilla-Molina y Haiman El Troudi

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Dimensiones: INVEDECOR

La economía clásica enseña una ruta de aproximación de los “habitantes” de los territorios al plano económico. Caminos en los cuales no se reconocía como sujeto central de la acción gubernamental, pero el cual estaban obligados a recorrer para poder acceder a los beneficios del Estado.

Desde la economía social se procura construir un camino metodológico alternativo para democratizar los saberes sobre el particular. El punto de partida la praxis social y el método de análisis se funda en la propuesta de INVEDECOR (Investigación, Educación, Comunicación y Organización).

Investigación: desde lo concreto, desde la cotidianidad, desde los espacios de resistencia comunitaria y popular, para potenciar las estrategias de sobrevivencia y las formas de economía solidaria

Educación: para la resolución de problemas que promueva el aprendizaje significativo y que valore la democratización de los saberes

Comunicación: como estrategia de expansión, sobrevivencia y solidaridad. Comunicación que enfatiza en la utilidad práctica de los conocimientos y las estrategias de articulación

Organización: desde los referentes locales, desde la especificidad comunitaria como ruta fundacional de un nuevo Estado con sistema político de democracia participativa y protagónica

Transformación: la pertinencia y significación de los aprendizajes, los saberes, los conocimientos y las estrategias de sobrevivencia se muestra en sus posibilidades reales de contribución a la transformación social

Diálogo y cultura de la conversa: en espacios comunes, privilegiado para la construcción de consensos discursivos y acciones compartidas, donde el disenso sea otro camino posible.
Luis Bonilla-Molina y Haiman El Troudi

A continuación publicamos un Taller sobre INVEDECOR y su nexos con la Misión Ciencia facilitado por el profesor Carlos Lanz:



http://www.slideshare.net/Analista/invedecor-y-la-mision-ciencia/1


A.- Focalización temática y preguntas directrices en la lectura comprensiva del material de apoyo:

1.- Ubicar las raíces histórico-sociales de la División Social del Trabajo, como relación de producción capitalista:

¿ Cuál es el origen de la División Social de Trabajo ?
¿ Cuáles son los rasgos básicos de la División Social del Trabajo ?
Caracterizar la concreción de la división social del trabajo en:
La epistemología y sus implicaciones metodológicas (distancia investigador-investigado)
Las concepciones del aprendizaje y en el currículo (Separación docente-alumno)

Los enfoques y estrategias comunicativas (asimetría emisor – receptor)
La organización y formas de participación (divorcio dirigente-dirigido).

2.- INVEDECOR como superación de la División Social del Trabajo y como estrategia de articulación de las funciones investigativas, educativas, comunicativas y organizativas:

El conflicto entre la fragmentación del saber ( disciplina ) y la globalización del conocimiento ( interdisciplina, transdisciplina ).
Impacto de la separación de la investigación y demás funciones de INVEDECOR, como resultado de la atomización del conocimiento. ¿ Es suficiente el diagnóstico de la realidad para transformarla ? ¿ A donde conduce el tareismo y el activismo sin dirección, sin articulación, sin sinergia entre planes y proyectos, sin evaluación permanente ?
Evaluación de la praxis individual y colectiva bajo el enfoque de INVEDECOR: ¿ Cuáles son nuestros principales déficit ?: ¿ El poco conocimiento de la realidad, la limitaciones en la formación, el predominio de distorsiones comunicativas, la cultura burocrática en el terreno organizativo ?.

3.- Empleo de INVEDECOR en la reorientación de planes, proyectos y Programas de la Misión Ciencia:

Evaluar y sistematizar las experiencias con las herramientas de INVEDECOR
La interrelación entre los comité de saberes, dialogo de saberes y la soberanía cognitiva o democracia del saber.
El nexo entre la producción, gestión, socialización y aplicación del conocimiento técnico-científico y las funciones de investigar, educar, comunicar, organizar.

B.- Orientaciones metodológicas para la lectura comprensiva.

  • Realizar una lectura global del material de apoyo entregado ( Dossier sobre INVEDECOR y la División Social de Trabajo ).

  • Subrayar aquellos párrafos o líneas que se vinculan a los puntos 1,2 y 3 de la focalización temática y preguntas ante descritas.

  • Elaborar una ficha o resumen con la interpretación realizada de la lectura según la tematización planteada o interrogantes señaladas.

  • Enviar este resumen por correo electrónico a la siguiente dirección: carloslanz@gmail.com, la fecha para la recepción de estos aportes tiene como límite el día Jueves 29 de Agosto de 2007.

  • Indice:

    Economía Socialista: Problematización inicial
    Economía Social para derrotar la pobreza y exclusión
    Economía Social y Educación I
    Economía Social y Educación II
    Economía Social y Educación III
    ¿Qué es Economía Social?
    Dimensiones: INVEDECOR
    Educación para la resolución de problemas

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    Venezuela estructura Economía Socialista

    Caracas.- Venezuela prepara cambios constitucionales y estructurales con el fin de instalar una economía socialista, en cumplimiento de la promesa que le dio un nuevo mandato al presidente Hugo Chávez para el período 2007-2013.

    Entre las proyecciones avanzadas de Chávez se encuentra la modificación del artículo 112 de la Constitución aprobada en 1999, el cual asigna al Estado la promoción de la iniciativa privada.

    Significativamente, Chávez expuso la modificación durante el acto de juramentación de la Comisión Central de Planificación, una característica fundamental de la economía socialista Actualmente el artículo 112 indica, entre otros aspectos, que "El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando la creación y justa distribución de la riqueza, así como la producción de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la población".

    El presidente venezolano propuso modificarlo por "El Estado tiene la obligación de construir un modelo de economía socialista fundada en los valores humanísticos de la cooperación y la preponderancia de los intereses comunes sobre los individuos".

    La prioridad se dará a la satisfacción de las necesidades sociales, con las limitaciones previstas en la Constitución y las leyes, en razón del desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del ambiente, equidad y justicia social. La propuesta incluye la integración por el Estado de distintas formas de empresas y unidades económicas de propiedad y distribución social.

    Igualmente propone cambios en las relaciones de propiedad "de capitalistas, monopolísticas, de explotación, de dominación, de exclusión de la mayoría; a unas relaciones de propiedad socialistas, justas, igualitarias y participativas".

    En relación con el sector privado, advirtió que su participación dependerá de su comportamiento en función de la satisfacción de las necesidades del país.

    Paralelamente las estructuras estatales comenzarán a avanzar en la misma dirección, un censo industrial, de comercio y servicios. Según el presidente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Elías Eljuri, el censo debe apoyar el paso a la economía socialista, pues con esa información el gobierno estará en condiciones de diseñar acciones y políticas de la economía socialista. Igualmente posibilitará la determinación de aquellos sectores en los cuales el paso podrá realizarse a corto, mediano o largo plazo.

    A la Comisión Central de Planificación, por su parte, se le encomendó trabajar por la transformación de las relaciones de producción, de propiedad, distribución y consumo y ordenar los planes para conformar un solo proyecto.

    Con la reforma constitucional prevista para este año, Venezuela se propone sentar las bases del cambio hacia el socialismo, que Chávez prometió como única forma de garantizar justicia social y eliminar problemas heredados como el desempleo y la miseria.
    Fuente: Prensa Latina
    Leer: Economía Social Educación

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    ¿Qué es Economía Social?

    La economía social es aquella que se desarrolla sobre los márgenes de los grandes nudos de acumulación del capital. Por ejemplo: el Club del trueque (Argentina), el Banco de Semillas (India), los medios de comunicación comunitarios (Venezuela), las redes de salud familiar centradas en la solidaridad de los compadres, amigos y vecinos.

    La economía social promueve el acceso ciudadano y comunitario a prácticas sociales emergentes de producción, distribución y consumo de bienes y servicios de perfil autosostenido o autogestionario. Por ejemplo: Las redes de producción. distribución de productos agropecuarios en los Andes Venezolanos.

    La economía social es una economía alternativa, donde privan las prácticas democráticas directas. La economía social es autogestionaria. En la economía social el trabajo es asociado y no asalariado. En la economía social la propiedad de los medios de producción es colectiva. En la economía social el reparto de excedente es igualitario entre sus miembros. La economía social promueve formas de apoyo solidario respecto a otras comunidades

    La economía social incluye:

    (a) Formas de Economía de subsistencia distintas al buhonerismo; (b) Producción de bienes y servicios de calidad a los cuales pueda acceder de forma expedita la comunidad mediante formas variadas (compra barata, trueque, mutualismo, apoyo solidario).

    La economía social también incluye:

    ˜ Las formas de generación, socialización y uso socialmente útil del conocimiento. ˜ La producción simbólica. ˜ Las redes de información y comunicación. ˜ El desarrollo de tecnologías alternativas, populares y ecológicas. ˜ Los símbolos de identidad comunitaria. ˜ Las costumbres locales. ˜ Los valores de trabajo y crecimiento compartido. ˜ Las formas de resistencia económica, política, cultural, ambiental. ˜ La tradición pedagógica de la escuela contestataria venezolana. ˜ Las formas de trabajo y producción no asalariado. ˜ La propiedad colectiva de los medios de producción de los bienes, servicios y productos generados por la economía social.

    La economía social también es:

    ˜ el reparto equitativo del excedente que genera el modelo de producción; la solidaridad comunitaria y con otras comunidades de entorno; ˜ La autonomía cognitiva, la libertad operativa y la soberanía comunitaria para articular y adelantar un modelo de desarrollo local sustentable. ˜ Los mecanismos, procedimientos y procesos de autodefensa cultural.

    ¿Qué se entiende por economía social en periodo de transición?

    Los lugares, procesos, dinámicas y mecanismos de relación entre la tecnología, la naturaleza y el hombre, que no están mediados por el utilitarismo (sobrevivencia) y la ganancia (competencia y eficacia capitalista).; sino por sanas relaciones de integración, respeto y solidaridad que proveen las bases experimentales de una economía basada en la libre asociación y la prioridad del interés social sobre el egoísmo individual

    Por ello la ECONOMÍA SOCIAL se distancia de la Economía Informal que tiene unas profundas bases de competencia capitalista en sus aspectos fundacionales.

    La ECONOMÍA SOCIAL es un sector de enlace entre la misericordia cristiana y el compromiso social libertario, por ello va de la piedad a la solidaridad, de la lastima al esfuerzo por la autoconstitución de sujetos sociales con una nueva perspectiva productiva.

    ¿A qué sector social esta orientado el interés de la Economía social en la actualidad?A los Excluidos de los requerimientos mínimos de alimentación; una vivienda digna donde levantar un hogar, la pertenencia cultural y económica nacional, el afecto y el apoyo de una familia nuclear y social, la aspiración de ascenso social, una fuente de ingreso estable, los requerimientos mínimos para un desarrollo personal autosostenido.

    La economía social es una mirada desde abajo para potenciar los sueños y las posibilidades de acceso a la plena justicia social de los más pobres, los más simples, los apátridas en una nación que les pertenece. En un país con un 5% de sectores sociales poderosos (burgueses, latifundistas, financieros, pequeña y mediana industria, importadores) un 20% de empleo formal (trabajo estable), un 60% de empleo informal (sobrevivencia) la ECONOMÍA SOCIAL se concentra en el porcentaje restante de sectores de pobreza extrema y la población potencialmente activa.

    ¿Cuál es la unidad de producción básica de la economía social? La ECONOMÍA SOCIAL no promueve la constitución de unidades de producción clásicas (empresas u otras formas jurídicas de denominación para los grandes procesos de producción capitalista) sino el fomento de formas de relación, de asociación y de producción centradas en la solidaridad como superación de la ganancia, el bien común por encima del individualismo competitivo, el desarrollo comunitario sustentable por encima del desarrollo local consumista

    Por ello, las unidades de producción de la ECONOMÍA SOCIAL se presentan como diversas pero difusas, pues no forman parte de la concepción económica hegemónica, sino de las formas emergentes de asociación para la satisfacción de necesidades mediante la producción autogestionaria de bienes y servicios.

    Es decir su espacio de inserción y desarrollo ha sido hasta ahora subterráneo, subversivo y no reconocido por el stablismenth En la ECONOMÍA SOCIAL tomamos distancia de las formas de asociación que toman prestado nombres de formas de organización de la economía social pero que su actividad está claramente influenciada por las lógicas de competencia, acumulación y distribución capitalista de la renta, los bienes y servicios, como: las ONG-s, algunas cooperativas, algunas administradoras sociales (sectores religiosos, partidos políticos corruptos, burocracia sindical, entre otras).

    Las “unidades de producción” de la ECONOMÍA SOCIAL se relacionan a la resolución de las necesidades básicas de:

    ˜ Alimentación ˜ Salud ˜ Vivienda ˜ Pertenencia ˜ Desarrollo ˜ Comunicación ˜ Organización. ˜ Educación. ˜ Tecnología. ˜ Identidad. ˜ Memoria Histórica. ˜ Resistencia y transformación de la realidad. Construcción socialEn consecuencia, una unidad de producción en economía social vendría a ser: el espacio asociativo comunitario que procura el acceso más expedito de la población de un lugar y momento histórico dado, al mayor bienestar común.

    Bienestar Común relacionado a la superación armónica, proactiva, ecológica y sostenida de las necesidades básicas por los propios sujetos, hasta el logro de formas de producción autónomas.

    ¿Cuáles vendrían a ser ejemplos de unidades de producción embrionarias de ECONOMÍA SOCIAL? Los saraos ˜ Los convites ˜ El compadrazgo comunitario ˜ Las redes religiosas. ˜ Las redes de solidaridad funeraria (para compra o pago de servicios, de dotación de féretros, etc)¿Cuáles vendrían a ser ejemplos de unidades de producción embrionarias de ECONOMÍA SOCIAL? ˜ Las constructoras barriales de bloques para la construcción de vivienda ˜ Las cajas de ahorro vecinal y laboral. ˜ Grupos de trabajo comunitario de autoconstrucción de viviendas ˜ Redes campesinas de transporte de productos agropecuarios. ˜ Colectivos de discusión-acción. ˜ Líneas de investigación. ˜ Cooperativas Editoriales. ˜ Escuelas autogestionarias. ˜ Sociedades de libre pensadores ˜ Colectivos de ayuda mutua

    La unidad de producción en la economía social considera viable su actividad en la medida que genere:Utilidad social o ganancias no monetarias. ˜ Disponibilidad de tecnologías alternativas, conocimientos teórico-operativos alternativos y una localización geográfica de actividad ˜ Tradición o memoria histórica que le facilite disponer de conocimiento social e insumos para la producción económica social. ˜ Disposición para trabajar de manera compartida en formas de producción no convencionales que generen nuevas expresiones de mercancía social.
    Luis Bonilla-Molina y Haiman El Troudi

    Indice:

    Economía Socialista: Problematización inicial
    Economía Social para derrotar la pobreza y exclusión
    Economía Social y Educación I
    Economía Social y Educación II
    Economía Social y Educación III
    ¿Qué es Economía Social?
    Dimensiones: INVEDECOR
    Educación para la resolución de problemas

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